Una Iglesia en Toda Su Gloria.

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;

Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmos 139:23.24

Mientras oraba al Señor pidiendo al Espíritu Santo que examinara mi corazón y me dejara ver lo viejo y rancio que aún queda en mi vida para cortarlo de raíz. (Muchas veces creemos que todo está Bien con nosotros, pero alguna vez te preguntaste cómo Dios te ve?)Tuve una visión en ese momento y es allí donde comencé a orar por la Iglesia por hombres y mujeres de Dios que entregan su servicio a Dios, mientras más oraba, la visión se ampliaba cada vez hasta el momento, que dejé de orar y la visión se corto. 

Vi en estos hombres y mujeres consagrados, Dios los describía a ellos cuando los nombraba, cada uno tenía una forma particular, el primero tenía un cimiento solido color blanco (Cristo) pero había una grieta por arriba en donde se había formado un árbol gigante, ese árbol estaba completamente seco su aspecto era quebradizo, totalmente seco sus ramas de color marrón oscuro  y se abría desde el cimiento. Mientras lo veía en ese momento, recordé  la visión que tuve hace unos años.

Miembros de una iglesia,salían al finalizar su reunión dominical, todos los miembros se convertían en esqueletos y se deshacían en la puerta de la salida, el cuál me llevo a orar mucho al Señor, por hacerme parte de esa visión. Continué orando por otras personas y cada una de ellas tenía algo en particular un hombre se veía con figura de hombre tal como es ahora,pero chiquito, como enano, el Espíritu Santo me decía es así como se siente estrecho, limitado, incapaz de hacer mi obra.

Continué orando por otro nombre, esa persona tenía como un herrumbre en diferentes partes de su cuerpo, por todos lados, eran como manchas, y el Espíritu Santo me decía es la idolatría, sus propias fuerzas, la que la pusieron de ese modo y la debilitaron. Muchas veces creer tener una habilidad o un don nos hace pecar delante de Dios,todo es por Su Gracia absoluta.Tambien servir a otras personas e idolatrarlas es pecado. Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 1 Corintios 10:14 .

Continué orando y un miembro de la Iglesia me lanzaba un vidrio enorme como si fuera una pared, para que no lo viera. Aún podía verlo porque el vidrio era transparente.Muchas personas ,no creen ni una palabra por más que le digamos que oramos por ellos.Por no saber!!Jamás podremos escondernos, de lo que Dios en Su Gracia nos deja ver. PORQUE NO EXISTE MERITO ALGUNO, ES Su Gracia. Viene de repente. Cuando Dios nos da visiones no es porque se la pedimos, viene por Su Gracia infinita.

Oré por dos personas más, una de ella estaba frente a una imagen como de televisor y salían desde la pantalla lazos enormes, que enrollaban todo su cuerpo, si no pedimos discernimiento a Dios cuándo somos ministros de la Palabra, muchas veces terminamos enrollados por los problemas de otros. Y en la última visión vi una mano gigante que no era la de Dios, vertía en un vaso mientras sostenía una botella con un liquido negro, y le daba de beber a esa persona que yo estaba orando.

 El Espíritu Santo decía, ella bebió mucha amargura y resentimiento por eso, también se está secando. Tremendo!! Me quede orando por mí hasta que me quede dormida. Cuando desperté el Señor redarguyo mucho mi corazón para cortar el pasado, mi esposo falleció hace casi tres años, y muchas veces le recuerdo. Querido lector no acostumbro a contar de forma tan abierta mi tiempo con el Señor, pero con esto quiero contarles, porque Dios está viendo a Su Iglesia con mucho polvo, estorbo y debemos correr para corregir lo que es abominable para Dios.

Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.

 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo! Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Mateo 28:1-9

Dios nos lleva en su infinita Gracia a morir siempre en infinidades de situaciones en nuestras vidas para que lo Nuevo en Cristo, permita renacer. El es la muerte y Vida, el es quietud y remoción violenta. Descanso y acción continúa. El es angustia, y Gracia, Poder Y debilidad. Todos los principios están cerrados en el .El es la nada, y el Todo. Es es la Preciencia, la existencia verdadera de todo lo creado. No hay atributo alguno en el hombre en su capacidad de conocimiento, no existe inteligencia forzada por el conocimiento, la capacidad de llegar a la profundidad del conocimiento es revelada por Dios, para abastecerse a Si mismo.

Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; Romanos 8:19-20

Muchos de nosotros como creyentes pedimos perdón a Dios, desde nuestro nuevo nacimiento, pero también por fallas humanas, acciones  o palabras que están lejos del corazón de Dios. Pero aún así nuestras fallas, muchas veces  continúan acumulándose  en nuestras vidas. Si bien nuestro Fundamento está consolidado en Cristo. Dentro de  nosotros aún habita desechos tóxicos, que dañan nuestro cuerpo. Olvidando nuestra verdadera esencia.

Muchas veces es fácil mirar el error de otro, como Cuerpo de Cristo. Sin examinarnos delante de nuestro Padre Celestial en lo secreto, cuando no queremos oír al Espíritu Santo,excusandonos en nuestra propia razón, buscando un complice que nos haga sentir bien.Infinidades de pequeñeces, que fueron corrompiendo nuestro ser, aunque nuestro fundamento en Dios sea solido. Cuantas cosas fuimos acumulando, que no pudimos desechar a tiempo, o creímos haberlo hecho, y en el momento de la prueba, siguen ahí estancadas, pudriendo dentro de nosotros una bacteria mala que nunca la desechamos, se convierte en podredumbre que es abominable para Dios.

Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Juan 4:21-22No se imaginan la magnitud de este versículo, que nos alinea a una verdad, donde muchos creen que por estar “cerca” Orando, Alabando, hablando a otros de Dios, nos hace inmune de desconocer que nuestras vidas, se tornaron, con bacterias difíciles de sacar, por no saber lo que hemos estado cultivando hace años.

Un Verdadero adorador, no esconde sus fallas sin examinarse todo el tiempo delante de Dios. Los creyentes están expuestos en este tiempo de examen delante de Dios.

Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Mateo 28:16-17

Nuestro protagonismo, en la Iglesia del Señor, nos hizo dudar de sus promesas. Muchas actividades, nos alejaron de poder ser manifestación verdadera de adoración. Nuestro pecado es y será ver demasiado al hombre, creer en nuestras fuerzas,habilidades y debilidades. El estar demasiado seguros de nosotros mismos, nos hace vivir en pecado, el puedo o no puedo también es pecado. Mire que interesante el versículo de Juan 4:22 

vosotros adoráis lo que no sabeis, nosotros adoramos los que sabemos. El saber de Dios es reconocer la Estación de Dios en nuestras vidas, es  caminar con esa visión. Sin Visión el pueblo perece.Proverbios 29:18. Si el pueblo no ve nada, adora lo que no sabe. La mujer estaba frente al estanque de agua,viendo a Jesús lo tenía frente a sus ojos, pero no podía verlo.

Oramos para poder ser una Iglesia, limpia , pura, sin manchas, que ve y cree conforme al corazón de Dios, que no se limita ante las pruebas, las dificultades,ni se contamina con la amargura del pasado, de lo que pudo haber sido, o de sus fallos, que no ve al hombre sino que ve a Dios en todo tiempo. Una Iglesia incrédula, sin luz ,ni visión se debilita.La razón por que las naciones de la tierra se retrasan es por que la Iglesia de Cristo no avanza ,examinando su corazón,desechando lo que desagrada a Dios.

Viviendo en el consumado. La parábola de las 10 virgenes relata de manera precisa la insensatez de no estar preparados, de esperar siempre que otro nos ayude, sin buscar primeramente a Dios. El pecado del hombre es no reconocer la falla, que estamos desnudos delante de Dios, y querer esconder nuestro pecado, y seguir como si nada. La falla principal de la Iglesia es no vivir el Espíritu de Resurrección en Cristo, sabiendo que todo fue consumado. Buscad primeramente al reino de Dios y su Justicia y Todas las cosas serán añadidas.

A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.Efesios 5:27.