Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; Hebreos 10:23-24
Mantenernos Firmes sin fluctuar es conocer la fidelidad de Dios en Todas las áreas de nuestras vidas, aunque seamos débiles el Señor permanece fiel, el estar en una posición de fluctuación es entrar en un terreno movedizo donde sus decisiones se contraponen, es fácil errar en esa estación, es fácil ser manipulados por las olas que azotan en el alma, los pensamientos. Pero cuando nos paramos en la roca, Cristo en nosotros, nuestra dependencia se convierte en absoluta en aquel que nos llamó y ordenó nuestros sentidos para siempre. Es vivir en el peso de Gloria, que nos fue dado por Gracia, Cristo en nosotros, nuestra confianza se rinde al que Es, Era, y ha de Venir el Todopoderoso. Tomando nuestros sentidos en una sola cabeza, que es Cristo donde el alma no interfiere, sino que se acopla en la realidad de Dios. Sin naufragar en él escenario temporal, para creerle a Dios, no siendo rebelde a la visión de Dios, permaneciendo ordenadas nuestras coordenadas, hasta que todos lleguemos. Siendo consumidos en los pensamientos eternos. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad. Filipenses 4:8 Cuando estacionamos nuestros pensamientos en una visión celestial, nos perfeccionamos en esa realidad, porque va acompañada del sello de autenticidad de Dios. No dando lugar a la duda, desaliento, al conflicto, para descansar en los cimientos que no se envejecen la pureza de Su Espíritu se posiciona en nosotros, lo verdadero que no se deteriora permaneciendo en Su voluntad, que es Perfecta y Agradable. Vivir nuestros días, en lo que nutre nuestros sentidos nos alinea a vivir en la estación de Dios. Marce Conti