Pero él , sacudiendo la víbora, en el fuego ningún daño padeció.Hechos 28:5.La ofensa es como un veneno que inyecta una serpiente en torrente sanguíneo,en una persona ,puede matarla en poco tiempo.Cuando la ofensa atenta contra la vida espiritual debemos sacarla de nosotros,y vacunarnos con el antídoto del perdón,que es el único antídoto que nos puede salvar.Al igual que lo hizo el apóstol Pablo,debemos sacudirnos la ofensa de nuestro camino,y quitar el veneno,que nos contamina el espíritu y no nos deja avanzar,hacia lo NUEVO,que Dios tiene para nuestras vidas.Desecha todo aquello que contamina tu corazón entrega como ofrenda al altar,como ofrenda de amor,para que puedas alcanzar con éxito,aquello que Dios diseñó para tu vida.Deposita en tu espíritu lo bueno,para que cuándo el veneno quiera introducirse en ti,sea rechazado de manera instantánea por el antídoto del amor y el perdón,que sólo Dios pudo darte desde antes de la fundación del mundo.Pide a Dios discernimiento,para poder saber con exactitud,que es lo que te conecta al PADRE,y que no.Sé inmunizado de toda mentira del enemigo,en el nombre de Jesús amén.